Mejorar la eficiencia energética de los edificios es uno de los principales objetivos políticos de la política europea, en concreto, promover la renovación energética de los edificios actuales para reducir el consumo de energía y las emisiones. Por ejemplo, la Comisión Europea presentó el Pacto Verde de la UE, que propone una serie de medidas políticas para lograr la neutralidad climática en 2050 (Comisión Europea, 2019). Asimismo, en julio de 2021, el Consejo Europeo presentó el paquete "Fit for 55" para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990 y alcanzar las emisiones netas cero para 2050. El paquete "Fit for 55" propuso una serie de medidas políticas con el objetivo de asegurar que la legislación y las políticas de la UE estén en línea con los objetivos climáticos del Consejo de la UE (European Council s.f.).
La Unión Europea revisó la Directiva sobre Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) para mejorar la eficiencia energética de los edificios de los Estados miembros. Los principales planes de acción propuestos por la UE son el aumento de la tasa de renovación de los edificios menos eficientes de cada Estado miembro, la introducción de tecnologías inteligentes para mejorar el uso de la energía en los edificios, la eliminación poco a poco los sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles y la información sobre la eficiencia energética de los edificios mediante el Certificado de Eficiencia Energética (EPC) (European Commission, 2021). La directiva también destaca la importancia de que cada Estado miembro desarrolle y adapte sus propias estrategias de renovación energética, ya que el parque inmobiliario actual, la geografía y el clima de cada Estado miembro son diferentes.
Mientras la UE y los Estados miembros desarrollan marcos políticos y normativas adecuadas para alcanzar el objetivo de neutralidad de carbono en 2050, las sinergias entre la comunidad científica y la sociedad civil podrían facilitar el diseño de las medidas necesarias para mejorar la eficiencia energética de los edificios a través de una participación activa de la ciudadanía y fomentando su compromiso con las prácticas de eficiencia energética en las viviendas. El 7 de octubre, el equipo de investigación de la Universidad de A Coruña, junto con los socios de Alemania, Hungría, Letonia y Suecia, organizó la segunda ronda de los Foro de Discusión Ciudadana para abordar las formas de incorporar las opciones de Estilos de Vida 1,5° en el hogar, junto con otras áreas de consumo como la nutrición, la movilidad y el ocio, en los estilos de vida individuales. 18 participantes representativos de las características demográficas de la sociedad española analizaron los impactos y los posibles conflictos de incorporar los distintos estilos de vida de bajas emisiones en su vida privada y en la sociedad.
Los participantes también propusieron algunas soluciones a nivel personal y político para abordar estos conflictos.
Los principales resultados del foro en el área de consumo en el hogar señalan que los españoles están a favor de reducir su consumo de energía en calefacción bajando la temperatura ambiental en 2°C. Consideran que el aislamiento de las viviendas a través de la rehabilitación de las fachadas y las ventanas les permitirá disminuir su consumo de energía y, con ello, obtener un ahorro económico. De hecho, creen que el aislamiento de las viviendas a través de la rehabilitación de las fachadas y las ventanas reducirá su consumo de energía, aunque les preocupa que estas reformas repercutan en el mercado de alquiler, es decir, que aumenten los precios del alquiler.
En cuanto al uso de energías renovables en el hogar, la instalación de paneles solares fomentaría el acceso a energías limpias. Por ejemplo, los usuarios producirían su propia energía para consumir, lo que podría tener efectos positivos para el medio ambiente y la sociedad, como la reducción de la contaminación y el aumento de la seguridad energética en los hogares. Sin embargo, los participantes señalaron que, instalar paneles solares, mejoraría la calidad de vida y haría que las viviendas fueran más sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético, lo que aumentaría el precio de los alquileres.
Los resultados del foro también permiten destacar algunas políticas para abordar los conflictos mencionados, por ejemplo, incentivar las prácticas con bajas emisiones de carbono a través de ayudas económicas y la regulación del mercado de la vivienda, que podría abordar el aumento de precios de los alquileres por la renovación de las viviendas. Asimismo, los participantes señalaron que la instalación de paneles solares puede acrecentar las diferencias sociales debido a los altos costes que conllevan, por lo que sugirieron que el apoyo público y las subvenciones podrían ser la clave para instalar paneles solares. Además, promover la formación profesional en reformas de viviendas e instalación de paneles solares podría proporcionar la mano de obra necesaria para estas reformas y reducir los costes de renovación. Por último, los participantes señalaron que la reducción de la temperatura ambiental en 2 °C puede causar algunos problemas de salud, y recomendaron fomentar el aislamiento y la rehabilitación de las viviendas con subvenciones e incentivos económicos para mejorar la eficiencia energética de los edificios y reducir las pérdidas de energía.